Anillos de Poder, nostalgia y cómo dejarte sorprender
O por qué nos entusiasma la nueva serie de Prime Video basada en las historias de Tolkien
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En la opinión de Bolu:
El año es 1998, The New Radicals y los Beastie Boys se graban en el cerebro de un muy joven e influenciable adolescente al tiempo que Titanic y Armageddon destrozan la taquilla a nivel mundial. Ese adolescente soy yo.
Fue en 1998 el año que tuve en mis manos el primer ejemplar de El Señor de los Anillos; estaría mintiendo si les digo cómo fue que llegó a mi, pero estoy —casi— seguro que fue por haberlo encontrado en el librero del papá de alguno de mis compañeritos de la escuela.
Lo que sí recuerdo es haber sentido un impulso incontenible de querer averiguar más sobre ese viejo libro encuadernado en cuero de imitación (lo sé porque no olía a cuero de verdad), pues en mi cabeza existe el vívido recuerdo de haber visto alguna ocasión una película animada con orcos, dragones, enanos, magos y elfos. Era la película de 1978, esa que era animada por rotoscopia, ¿saben cuál?
Con el tiempo descubriría que, en efecto, eran orcos, enanos, magos y elfos, y que el dragón no era un dragón, sino el Balrog de Morgoth.
Vaya, todo esto es un long story short que resume el inicio de mi pasión por la fantasía y, particularmente, por la mitología del Sr. J.R.R. Tolkien. La Madre de todas las narrativas contempo y también de las modernas.
Esta pasión por la narrativa de Tolkien me ha acompañado a lo largo de la vida, nutriendo y alimentando mi gusto por las historias, la fantasía, la ciencia ficción, el desarrollo de personajes, mundos, lugares, nombres y lenguajes inventados (ya sea Sindarin, Quenya o Klingon). Una pasión que, siendo el año 2024, se encuentra de nuevo con ese Andy de 12 años al estar próximo el estreno de la segunda temporada de Los Anillos de Poder.
¡Vaya tiempo para estar vivos!
Y es que más allá de si la primera temporada fue del agrado de todes, la verdad es que le doy a esta producción un valor intrínseco por lo que representa; ¡hay ñoñadas en televisión!
Con un cast que, aunque dejó una sensación de “café aguado” en la boca, la serie destacó en su primera entrega por muchas otras cosas: los efectos especiales, la música, el vestuario y, la que considero la más relevante de todas, la inclusión.
Nada me ha dado más gusto que ese picor en la zona baja que la inclusión que la serie propone le ha causado a los “puristas”. ¿Elfos y enanos de color… oscuro? ¡Qué escándalo! Y es que aceptémoslo, el Sr. Tolkien perteneció a una Era en la que esas ideas eran pues, LAS IDEAS, aunque uno no quisiera. Quién diría que un elfo puertoriqueño sacudiría los racismos de la banda pseudo-literata.
Esta segunda temporada promete desarrollar mejor esos aspectos en los que cojeó al principio. Son episodios largos y, si no tienen un ritmo sólido, se vuelven tediosos y aburridos. la promesa de que —al fin— veremos cosas suceder, acción, peleas y cómo se desatan los nudos narrativos que se hicieron en la temporada anterior, son ese soplido que mantiene prendido el anafre.
¡Queremos ver más Sauron!
Las libertades creativas que se han permitido los escritores en cuanto a personajes y sucesos me parecen una adición interesante; ya veremos a dónde nos llevan, pues sabemos lo que puede ocurrir con escritores que se ponen “creativos” ante la falta de una historia oficial. ¿Verdad, Game of Thrones?
Es bien sabido que soy pregonero de dejarse sorprender, de llegar a las páginas de un libro, las viñetas de un cómic, los pixeles de un videojuego, las pantallas de cine y la tele de tu sala sin ninguna expectativa; de dejarte sorprender por la narrativa de la historia en cuestión. Lleguemos al inicio de la historia y dejémonos llevar de la mano por los personajes sin ese filtro de expectativa, que muchas veces —si no es que todas— nos arruina la experiencia incluso antes de comenzar.
Entusiasmado por el estreno de la segunda temporada de Los Anillos de Poder, les invito a recorrer estas veredas juntos. Seamos críticos objetivos de lo que vemos y jurados justos de las historias que nos cuentan.
La segunda temporada de Los Anillos de Poder se estrena el 29 de agosto en Prime Video.
Nuestra reseña completa de El Cuervo 2024
Esta nueva versión dirigida por Rupert Sanders no es necesariamente un remake ni un reboot de la película original, sino una historia completamente diferente. El enfoque visual del director es atractivo y la película cumple en términos de acción y violencia, el romance entre los personajes principales y un soundtrack destacable. ¡Es una película entretenida y más decente que las secuelas anteriores!